¿Qué ocurre cuando te pido que me toques aquí porque me gusta?
La capacidad de poder disfrutar libremente del sexo sin restricciones ni limitaciones, es un estado de consciencia al que todos podemos acceder.
No se trata de libertinaje, la libertad sexual se vincula directamente con el autoconocimiento, y el desarrollo de nuestra capacidad de expresión y comunicación, con nuestr@ compañer@, con el mundo y con la forma de ver y de llevar nuestras vidas.
Aún en la actualidad las parejas son capaces de contraer nupcias sin llegar a conocerse lo suficiente como para tolerar las épocas difíciles de un matrimonio y mucho más allá de una relación de pareja a través de la convivencia y la cotidianidad abrumadora.
Al profundizar dentro del aspecto emocional en las relaciones de parejas no es nada extraño conocer a personas que no sienten la seguridad para expresar sus sentimientos claramente, algunos, no logran conocerse lo suficiente como para saber lo que verdaderamente les gusta, otros no saben pedirlo por pena.
Existen diversas situaciones y patrones que podríamos mencionar sin profundizar mucho en el tema,
desde los sentimientos de culpa inculcados por los progenitores desde hace ya varias generaciones, hasta la poca información o poco explorarse,
todos los matices, todas las variables todas las posibilidades,
desde los más mojigatos hasta los más osados todos tenemos una manera de ser y una forma de amar, así mismo existen fantasías importantes dentro de nuestras relaciones en cuanto a cómo nos gustaría ser tratados, queridos, amados, pero...
¿ qué tan capaces somos de expresar y pedir aquello que tanto nos complace y nos gusta?
¿ tenemos la capacidad de proveernos los mecanismos de acción para obtener nuestra propia satisfacción?
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